12/2/2010 CITA CON UNA GRAN ESTRELLA DEL FLAMENCO
Esencia pura de Sara Baras
La bailaora gaditana interrumpe su triunfal carrera para ser madre y se despide con un espectáculo que recoge los mejores momentos de los nueve montajes de su compañia
Su médico le dijo que debía parar si quería ser madre. Y la despedida –temporal, recalca– no puede ser más especial. Sara Baras estrenó en diciembre en París Esencia, que recoge los grandes momentos de los nueve montajes de la compañía que montó en 1998. Llega este fin de semana, dentro del Festival Mil·leni, al Auditori del Fòrum en una gira que cerrará el 25 de abril en su casa, en Cádiz, el día que cumplirá 38 años. La bailaora repasa una década dorada.
EL ESPECTÁCULO
«‘Esencia’ tiene un hilo conductor muy sutil»
Le preocupaba a Sara Baras que esta recopilación de grandes éxitos de su carrera fuera solo eso y cree haberle dado a Esencia una identidad propia. «Es muy importante que tenga un hilo conductor muy sutil. Hay mucho contraste entre los diferentes números, y sorprende pero no choca». Ese hilo conductor se crea a partir de bailes muy diferentes que van de una farruca con pantalones, un baile con José Serrano –el artista invitado–, unos tangos con música de Paco de Lucía del montaje Carmen a la soleá embarazada de Juana la Loca.
La bailaora explica que el reto era «sentir la esencia» de cada uno de sus espectáculos, con un adaptación en cuestiones de coreografía, música, vestuario e iluminación. Y siente gran alegría por volver a esa farruca –un baile masculino– que tanta fama le concedió en el inicio de su carrera en solitario. «Fue muy importante; me dio mucho. No la había vuelto a hacer. He intentado mantenerla igual, aunque tengo más velocidad. Entonces era más loca y ahora el cuerpo está un poco más preparado».
EL PRINCIPIO
«Ahora me doy cuenta de lo valiente que fui»
Sensaciones (1998) fue el bautismo de su compañía cuando rebosaba de ilusión y arrojo para dar el gran salto en su carrera. «Ahora me doy cuenta de lo valiente que fui al ser consciente de lo que es mantener una compañía propia. Cuando empiezas no sabes lo que es tener a sueldo a 40 personas, sin poder suspender aunque te duela la barriga».
La bailaora está muy satisfecha de esas 200 funciones anuales que ha hecho desde entonces, que solo interrumpe por el «sueño» de buscar la maternidad. «No conozco mi vida sin escenarios, sin baile, sin espectáculos...». Y sin la cercanía de ese público que siempre la ha respaldado.
EL SUBIDÓN
«‘Sabores’ estaba dedicado a mi madre»
No le cuesta mucho recordar el espectáculo que significó un subidón en su trayectoria: Sabores (2005). No fue uno más. Iba dedicado a su madre, responsable de la escuela de flamenco donde dio sus primeros pasos. «Tiene mil detalles que me llegan al alma; son para ella, que me daba toda la energía».
También tiene un recuerdo para Juana la Loca, su primera obra con argumento. «Desde entonces me llaman Loca». O para Mariana Pineda, donde pudo trabajar al lado de Lluís Pasqual. «Es una de esas personas de te ayuda a crecer en el terreno personal y profesional. Aprendes mucho».
EL ELOGIO
«Trabajar con Carreras me marcó mucho»
Inmediatamente después de Sabores llegó otro montaje que ha dejado profunda huella en el corazón de la artista andaluza: Baras-Carreras. El espectáculo fusionaba lírica y flamenco en un osado y exitoso maridaje, que se estrenó como cierre del festival de Cap Roig del 2006. «Trabajar al lado de Josep me marcó y me impresionó mucho. He tenido la suerte de conocerlo arriba y abajo: en el escenario y en la calle».
Sara Baras reitera que siente una gran admiración, profesional y personal, por uno de los grandes maestros de la lírica. «Yo le expliqué que un día fui a ver Los tres tenores en Barcelona. ¡No me acuerdo la cantidad de público que había! Era realmente impresionante».
LA EVOLUCIÓN
«Puedo expresar algo casi sin moverme»
En plena madurez, Sara Baras reconoce que le afectan un poco más las situaciones que vive, como recibir la medalla de la ciudad de París que le entregó Anne Hidalgo, primera adjunta del alcalde, hace un mes. «Me estoy haciendo mayor. Pensé: ¡Guau, cuántas cosas me han pasado!».
Esa veteranía también le sirve para dominar la escena de una forma muy distinta a la de su inicio. «Cuando eres joven solo quieres correr y hacer lo más difícil. Ahora me paro y puedo expresar algo casi sin moverme. Tengo la misma velocidad en otro sentido y el mismo gesto, pero de otra forma». Cuestión de años y de dejarse «el alma cada día».
LA PROFESIÓN
«No todo es arte; hay que cuidarse mucho»
A lo largo de esta larga década tiene también la satisfacción de haber visto crecer a su compañía. «Sé que yo he exigido mucho, pero con quien primero lo hago es conmigo misma. Me siento muy orgullosa de mi equipo. Con José Serrano, por ejemplo, bailo desde el año 2000».
Tan larga experiencia le permite afirmar que en la profesión echa de menos mayor seriedad. «Parece que no tengamos que cuidarnos tanto y el esfuerzo físico y mental es fuerte». Insiste en el tema cuando afirma: «No todo es cuestión de arte; hay que cuidarse mucho y la constancia es muy importante». No pueden explicarse de otra forma esas 200 funciones cada año.
Esencia
Auditori del Fòrum • Hasta el domingo • Vie y sáb, 21.00 horas; Dom, 19.00 • De 15 a 54 €
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=686509&idseccio_PK=1013&h=
Esencia pura de Sara Baras
La bailaora gaditana interrumpe su triunfal carrera para ser madre y se despide con un espectáculo que recoge los mejores momentos de los nueve montajes de su compañia
Su médico le dijo que debía parar si quería ser madre. Y la despedida –temporal, recalca– no puede ser más especial. Sara Baras estrenó en diciembre en París Esencia, que recoge los grandes momentos de los nueve montajes de la compañía que montó en 1998. Llega este fin de semana, dentro del Festival Mil·leni, al Auditori del Fòrum en una gira que cerrará el 25 de abril en su casa, en Cádiz, el día que cumplirá 38 años. La bailaora repasa una década dorada.
EL ESPECTÁCULO
«‘Esencia’ tiene un hilo conductor muy sutil»
Le preocupaba a Sara Baras que esta recopilación de grandes éxitos de su carrera fuera solo eso y cree haberle dado a Esencia una identidad propia. «Es muy importante que tenga un hilo conductor muy sutil. Hay mucho contraste entre los diferentes números, y sorprende pero no choca». Ese hilo conductor se crea a partir de bailes muy diferentes que van de una farruca con pantalones, un baile con José Serrano –el artista invitado–, unos tangos con música de Paco de Lucía del montaje Carmen a la soleá embarazada de Juana la Loca.
La bailaora explica que el reto era «sentir la esencia» de cada uno de sus espectáculos, con un adaptación en cuestiones de coreografía, música, vestuario e iluminación. Y siente gran alegría por volver a esa farruca –un baile masculino– que tanta fama le concedió en el inicio de su carrera en solitario. «Fue muy importante; me dio mucho. No la había vuelto a hacer. He intentado mantenerla igual, aunque tengo más velocidad. Entonces era más loca y ahora el cuerpo está un poco más preparado».
EL PRINCIPIO
«Ahora me doy cuenta de lo valiente que fui»
Sensaciones (1998) fue el bautismo de su compañía cuando rebosaba de ilusión y arrojo para dar el gran salto en su carrera. «Ahora me doy cuenta de lo valiente que fui al ser consciente de lo que es mantener una compañía propia. Cuando empiezas no sabes lo que es tener a sueldo a 40 personas, sin poder suspender aunque te duela la barriga».
La bailaora está muy satisfecha de esas 200 funciones anuales que ha hecho desde entonces, que solo interrumpe por el «sueño» de buscar la maternidad. «No conozco mi vida sin escenarios, sin baile, sin espectáculos...». Y sin la cercanía de ese público que siempre la ha respaldado.
EL SUBIDÓN
«‘Sabores’ estaba dedicado a mi madre»
No le cuesta mucho recordar el espectáculo que significó un subidón en su trayectoria: Sabores (2005). No fue uno más. Iba dedicado a su madre, responsable de la escuela de flamenco donde dio sus primeros pasos. «Tiene mil detalles que me llegan al alma; son para ella, que me daba toda la energía».
También tiene un recuerdo para Juana la Loca, su primera obra con argumento. «Desde entonces me llaman Loca». O para Mariana Pineda, donde pudo trabajar al lado de Lluís Pasqual. «Es una de esas personas de te ayuda a crecer en el terreno personal y profesional. Aprendes mucho».
EL ELOGIO
«Trabajar con Carreras me marcó mucho»
Inmediatamente después de Sabores llegó otro montaje que ha dejado profunda huella en el corazón de la artista andaluza: Baras-Carreras. El espectáculo fusionaba lírica y flamenco en un osado y exitoso maridaje, que se estrenó como cierre del festival de Cap Roig del 2006. «Trabajar al lado de Josep me marcó y me impresionó mucho. He tenido la suerte de conocerlo arriba y abajo: en el escenario y en la calle».
Sara Baras reitera que siente una gran admiración, profesional y personal, por uno de los grandes maestros de la lírica. «Yo le expliqué que un día fui a ver Los tres tenores en Barcelona. ¡No me acuerdo la cantidad de público que había! Era realmente impresionante».
LA EVOLUCIÓN
«Puedo expresar algo casi sin moverme»
En plena madurez, Sara Baras reconoce que le afectan un poco más las situaciones que vive, como recibir la medalla de la ciudad de París que le entregó Anne Hidalgo, primera adjunta del alcalde, hace un mes. «Me estoy haciendo mayor. Pensé: ¡Guau, cuántas cosas me han pasado!».
Esa veteranía también le sirve para dominar la escena de una forma muy distinta a la de su inicio. «Cuando eres joven solo quieres correr y hacer lo más difícil. Ahora me paro y puedo expresar algo casi sin moverme. Tengo la misma velocidad en otro sentido y el mismo gesto, pero de otra forma». Cuestión de años y de dejarse «el alma cada día».
LA PROFESIÓN
«No todo es arte; hay que cuidarse mucho»
A lo largo de esta larga década tiene también la satisfacción de haber visto crecer a su compañía. «Sé que yo he exigido mucho, pero con quien primero lo hago es conmigo misma. Me siento muy orgullosa de mi equipo. Con José Serrano, por ejemplo, bailo desde el año 2000».
Tan larga experiencia le permite afirmar que en la profesión echa de menos mayor seriedad. «Parece que no tengamos que cuidarnos tanto y el esfuerzo físico y mental es fuerte». Insiste en el tema cuando afirma: «No todo es cuestión de arte; hay que cuidarse mucho y la constancia es muy importante». No pueden explicarse de otra forma esas 200 funciones cada año.
Esencia
Auditori del Fòrum • Hasta el domingo • Vie y sáb, 21.00 horas; Dom, 19.00 • De 15 a 54 €
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